Por: Luisa Fonseca
El restaurante por selección de todos los colombianos es Crepes & Waffles, no solo porque ofrece unos platos únicos y deliciosos sino también porque se ha convertido en el lugar perfecto para ir a comer un día casual o en una fecha especial, como lo dije antes, es el lugar por selección.
Este restaurante fundado en 1980 en Bogotá, inició como una crepería con el concepto rústico francés y tan solo poseía una barra para atender a los clientes. A los tres años de su apertura lograron abrir su segundo restaurante en donde ya no atienden en una barra sino que colocaron mesas y ofrecieron una atención personalizada; De esta manera llegaron al 2000 con 29 restaurantes en 5 ciudades del país y 3 en el exterior. Posteriormente llegaron a más ciudades en Colombia, entre estas el Eje Cafetero, Barranquilla, Bucaramanga, y en el exterior ni que decir, ya que lograron arribar a Lima, Brasil, Chile, México y España. Esta es una pequeña muestra de lo que ha logrado la dueña de este restaurante, además esto se ve reflejado en su propósito social de contratar mujeres cabeza de familia y también de nunca ponerse límites de soñar ya que, en cada año esta compañía ha evolucionado ya sea en tener nuevos objetivos geográficos sino también en agregar nuevas experiencias a su menú.
La selección del domingo fíes este restaurante , en su menú ofrecen una gran variedad de crepes, entre las cuales encontramos opciones de carne, pollo, pescado e incluso vegetarianas, dulces o saladas; ese día me decidí por un plato que ya había probado sin embargo nunca con la salsa de la casa, mi peticion fue, un Pan cook con palmitos en salsa de la casa, este plato consta de un pan enorme en forma de cazuela, el cual es el plato, relleno de los palmitos con la salsa que uno prefiera, las opciones son salsa de ajillo, curry y salsa de la casa. Esa tarde iba con mi mama y ella pidió un pan cook con ternera y champiñones, es el mismo concepto del plato anterior sin embargo de este no se puede elegir la salsa.
La comida se pidió alrededor de las 5:30 y el plato llegó a las 6 aproximadamente, la entrada que el restaurante ofrece es gratis y consta de una canasta de pan. Al llegar mi plato observe que en tapa superior estaba con un poco de salsa por encima lo cual no es común, sin embargo por el estado de ocupación del lugar puede ser que las cocineras estuvieran un poco apuradas, pero dejando de lado esto, hay que mencionar que el primer bocado de esta comida fue único, ya que la salsa tiene un sabor fuerte que invade por completo la boca y permite sentir lo fuerte de las especias, al siguiente bocado ya sentí los palmitos y realmente se notaba el sabor de cada uno de los ingrediente, además que el pan ayuda bastante a balancear el sabor fuerte de la salsa. Todo esto fue un a experiencia ya que nunca en mis visitas al restaurante me detuve a sentir realmente lo que me transmitía la comida y al probar esto me di cuenta que es mucho mejor saborear lo que comes porque sino que sentido tiene comer.
Después de devorarme mi plato y probar el de mi mama el cual estaba igual de sabroso y la salsa con la ternera suave y los champiñones fueron exquisitos, después de esto nos decidimos por pedir un helado de dos bolas, este restaurante es famoso por el rico sabor de sus helados, así que pedimos crocante con avellana y brownie con chocolate, estos se demoraron en llegar un poco más de 15 minutos, sin embargo al llegar el sabor compensaba la espera estuvieron deliciosos, el de avellana tiene un sabor suave, y con la combinación de crocante del otro helado que es chocolate con trozos de chocolate crocante fue una combinación perfecta, el de brownie tenía pedazos generosos y el de chocolate siempre será un clásico que nunca falla.
En general la experiencia que ofrece el restaurante es muy buena y única, pero no genera que sea solo para ocasiones especiales lo que genera que uno pueda ir a comer en cualquier momento; esa noche note que a pesar de ser domingo estaba bastante lleno y no solo que parejas sino de familias celebrado ocasiones especiales, el ambiente que se genera es familiar y acogedor, esto permite que cualquiera se sienta bien, la luz es tenue y la música a un volumen óptimo para poder hablar un rato mientras se toma café o se tiene una cita. Estos son los atributos perfectos para cualquier restaurante, sin embargo el tiempo de espera es eterno, al llegar hubo fila para parquear, luego esperar para una mesa, posteriormente la comida y finalmente el postre; por lo cual no es restaurante para pasar y comer rápido pero sino para comer rico y con una experiencia en todo momento. Esto se evidencia en que las largas filas no hacían que la gente se espantara sino que al contrario esperaban lo que fuera necesario para poder degustar un rico plato de este restaurante, así que el tiempo de espera se olvida por completo con la buena atención y la satisfacción del sabor de la comida.
La experiencia es única pero casual lo que permite repetirla en varias ocasiones, eso sí teniendo en cuenta que el tiempo de espera es largo pero la comida es sabrosa.
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