Por: Luisa Fonseca
Un proceso de paz que empezó ya hace más de 12 años, deja un rastro de la realidad del campo colombiano, la verdad detrás del conflicto armado no es la que muchos políticos mencionan, sino la que los campesinos cuentan, y con el documental chocolate de paz vemos una existencia jamás contada desde el punto de vista de un alimento básico en la mesa de todos los colombianos, el chocolate.
Gran parte de los colombianos conocen el conflicto armado que ha azotado por más de 60 años al país, pero solo una pequeña parte conoce la realidad de este; los campesinos de Urabá, Chocó, Antioquia, Nariño, Norte de Santander y más, son las personas que necesitan ser escuchadas y lograr evidenciar el conflicto real por el que pasan muchos campesinos, no solo porque las noticias nombran una pequeña parte, sino también, porque los testimonios de cómo mataron a sus familiares, amigos y compañeros cercanos a manos de paramilitares, guerrilleros e incluso del ejército, dejan asombrados a cualquiera y permiten ver la verdad que jamás se ha contado.
Resulta ilógico pensar que el ejército colombiano, el cual es el encargado de brindarle protección a la población colombiana, sea la causante de tantas muertes, ya que, como lo comenta en el documental, María Brígida González, que por medio de sus pinturas transmite el conflicto armado de la forma más cruda, mostrando la muerte de amigos a manos de grupos conformados por la guerrilla y el ejército; cuenta la verdad de quienes les arrebataron la vida a niños y bebés que evidentemente no tenían nada que ver con este conflicto, e incluso comenta la muerte de los líderes de su comunidad que al luchar por un cambio con ayuda de los cultivos de cacao, fueron asesinados a sangre fría, esto a causa de la lucha por una paz verdadera y duradera, pero esto no le funcionaba ni a los buenos ni a los malos.
En medio de un entorno hermoso como lo son los cultivos de cacao, se desarrollan historias como esta, desgarradoras e inimaginables, ya que, al pensar en chocolate lo primero que se viene a la mente es un delicioso chocolate en casa, hogareño, familiar y caliente; jamás nadie pensaría que para cultivarlo y llevarlo hasta la mesa de un hogar, hay tanta sangre, tantas familias y niños violentados a manos de un conflicto que jamás se ha mostrado desde la perspectiva del cacao y mucho menos se han contado las innumerables muertes que ha dejado la lucha de la paz de estos cacaoteros en sus territorios.
Desde una opinión externa, ajena al conflicto y a la producción de esta fruta, Luis Fonseca, comenta que fue devastador ver esta realidad y que a pesar de conocer del conflicto y escuchar las diversas historias, jamás se llegó a imaginar que esto también afectará a este gremio, además, comenta que es fuerte ver el testimonio cercano y netamente real de un campesino y de cómo ellos lo han vivido.
Por su parte, plantea que la forma en que el campesino ve al ejército, como un arma, y la manera en que explican que lo que buscan es acabar con la vida de seres humanos, animales y con todo a su paso sin pensar a fondo las repercusiones de sus acciones; lo deja asombrado ya nunca se llegó a imaginar que una persona pudiera envenenar un río y matar todo a su paso, sin pensar cómo eso afectaría a otros.
Todo esto, lo lleva a resaltar la verdad de los testimonios de vida de los campesinos y la transparencia con la que transmiten sus vivencias, ya que, a pesar de lo que han vivido no demuestran rencor o venganza, sino que ven un futuro en la paz, en hablar y buscar la manera de solucionar los problemas que han llevado a una constante guerra entre unos y otros, pero que finalmente los usados como escudo son campesinos, como los cultivadores de cacao y que a pesar de simplemente estar en un territorio neutral, son los más afectados por el fuego cruzado.
Asimismo, desde el punto de vista de la producción del licor de cacao, él comenta que el documental es instructivo, no solo en la forma de cómo se hace el chocolate sino también, en el enfoque del proceso social que se lleva a cabo en estos sitios y que desde su punto de vista es muy crudo e inimaginable que esta sea la realidad que deben pasar los cacaoteros para poder llevar un chocolate de paz a la casa de muchos colombianos.
La verdad planteada en el documental deja entre ver muchas fallas que aún al día de hoy el gobierno continúa haciendo con los campesinos, puesto que, el apoyo al productor colombiano en el país es casi inexistente, e incluso es más el apoyo de empresas extranjeras, lo cual decepciona por completo y deja ver que ni siquiera los gobernantes quieren salir adelante en materia económica; además de esto, no se puede olvidar que la vivencias contadas en chocolate de paz, son muy fuertes, y dejan al espectador analizando la idea que el chocolate que tomamos a diario está bañado en sangre causada por nuestras fuerzas armadas y soterradas por nuestros gobernantes.
En conclusión, es un documental fuerte, pero necesario para conocer la verdad detrás de un rico chocolate y aunque la paz la luchen los campesinos, quienes son los más afectados, si al gobierno esto no le sirve o no le gusta, esta jamás se va a dar, esta quedará en veremos, y los únicos realmente afectados seguirán luchando por una paz que está a años de poderse logra.
Referencias:
Chocolate de paz. (2018, 15 mayo). DOCUMENTAL. http://chocolatedepaz.com/documentalesp
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